El primero de septiembre de este año, los titulares de los principales periódicos anunciaron la crónica de la marcha Iluminemos México; en el interior algunos mostraban partes de las entrevistas y opiniones acerca de este fenómeno que si bien no es algo nuevo en México si busca dar un brillo de esperanza a esta sociedad cada vez más corrompida por sus propios ciudadanos.
La finalidad de la marcha fue el exigir a las autoridades nuestro derecho a gozar de seguridad y tranquilidad, misma que desde hace algunos años se ha venido agravando y perjudicando a favor de unos cuantos; me intereso mucho una opinión que observe en la televisión, en la cuál un líder de opinión recordó al público que la existencia del Estado se debía al deseo del pueblo de vivir con seguridad y con tranquilidad, así mientras nosotros estábamos obligados a pagar impuestos al Estado, este debía darnos seguridad en todos los sentidos, de hecho incluso propuso que si tal pacto entre ciudadanos y Estado se encontraba hoy roto, nosotros como ciudadanos debíamos dejar de pagar impuestos debido a este incumplimiento por parte del Estado.
La opinión suena muy tentadora, pero de llevarse a cabo ¿de donde va a sacar el Estado para pagarle a los policías y mantener al ejercito en funcionamiento?, sin duda alguna esa no era la solución ni lo es, ¿entonces que hacer?, la verdad no tengo idea y dudo que algún mexicano la tenga, pese a que no es el periodo más violento en México, si es el más violento de los últimos años y me temo que también el más corrupto en la historia de México.
Y digo que no es el más violento, porque basta recordar la lucha que libraron nuestros antepasados a favor de la independencia y de la revolución mexicana; de eso hace unos 200 o 100 años, respectivamente. El problema de hoy en día es la violencia, pero esta es una violencia absurda en todos los sentidos, no diré que la violencia se encuentra justificada bajo determinadas circunstancias, pero a veces es necesaria cuando somos atacados o nos mantienen bajo condiciones deplorables e inhumanas.
Como decía la violencia de hoy en día es completamente injustificada, hoy en día hemos llegado a una época en que ya no es necesario matar o hacer daño a alguien para ser escuchados, de hecho ni siquiera necesitamos hacerlo para sobrevivir, ya que como bien dijo Jesús: "Quien a hierro mata a hierro muere". Pues bien, otros han hablado sobre la violencia y su falta de utilidad como Gandhi, la Madre Teresa, Buda, entre otros.
Hace unos días en todo México se celebro el Grito de la Independencia (el 198 aniversario de esta), pero lamentablemente en Morelia sucedió un atentado que dejo a México en luto, las explosiones de Morelia dejaron muchos muertos y heridos, pero sobre todo dejo un ambiente de incertidumbre en las personas que pudieron observar los hechos a través de los medios televisivos de información. Algo que me impacto fue el hecho de que se catalogo a este hecho como "acto terrorista" y es que la verdad no hay otra forma de definirlo, pues este atentado busca ante todo sembrar terror entre los mexicanos, que si bien más que mostrarse aterrados se han mostrado indignados a través de distintos medios de comunicación, incluyendo Internet.
Hace unos días el presidente de la república afirmó que lejos de intimidarnos estos hechos nos hacen aún más fuertes y que se redoblarían los esfuerzos en contra del crimen organizado; y es que hay que admitirlo muchas veces los mexicanos nos damos por vencidos antes de tiempo, pero cuando realmente nos provocan sabemos reaccionar de forma aún más intensa, recordemos las luchas libradas en épocas anteriores por los mexicanos para saber a lo me refiero.
Quizás llevemos 198 años como país libre e independiente, pero no somos realmente libres hoy en día, y digo que no somos libres porque nos hemos hecho prisioneros de nosotros mismos, de nuestra propia avaricia y crueldad, de nuestras propias auto limitaciones como mexicanos, de nuestra propia arrogancia y desprecio de la vida.
Sé que en apariencia las marchas del 31 de agosto no sirvieron para nada, sé que muchos pensamos que lo mejor era no decir nada y quedarnos con los brazos cruzados, pero por experiencia sé que muchas veces quedarse callado y no hacer nada solo empeora las cosas; también sé que cuando alguien ataca a otra persona es porque el atacante tiene miedo y ese miedo no lo puede controlar. Creo que más que un acto de prepotencia es un acto de cobardía...pero al final es una cobardía cruel.
Link 1: Los 10 momentos destacados de Iluminemos México.
Link 2: Tragedia en Morelia.
Link 3: Internet y las explosiones de Morelia.
Link 4: Velan en Tampico a dos de las víctimas de explosiones en Michoacán.
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