lunes, 11 de agosto de 2008

Mi primer viaje al DF (Domingo)

Son las 8 de la mañana del Domingo 3 de Agosto del 2008 (día del Señor); mi abuela y yo nos encontramos afuera de la Catedral de Tampico (frente a la Plaza de Armas), estamos sentados esperando a que lleguen los 13 autobuses que nos llevarían a la Ciudad de México; mientras espero escucho a un par de vagabundos (sentados a mi lado) hablar de la corrupción y de la sacadera de dinero que representaba la peregrinación, a la vez que saboreaban un par de panes que acababan de tomar de la mesa de los peregrinos. En fin, más que molestarme ese detalle me causo un poco de gracia, más que nada por la intención y por lo irónico de la situación.



De acuerdo al programa del Padre nuestro viaje duraría 3 días: salíamos el domingo a las 8 a.m. y llegábamos al DF a las 8 de la noche; el Lunes sería exclusivamente de paseo; y ya el Martes por la mañana haríamos la peregrinación a la Basilica de Guadalupe, oiríamos misa y nos regresaríamos a Tampico a las 2 de la tarde. Todo sonaba bien, pero como bien sé, por costumbre el mexicano siempre hace las cosas con 1 hora de retraso (no sé si pase en otros países, pero aquí es una costumbre sagrada ¬¬).

Salimos afortunada o desafortunadamente con dos horas de retraso; de hecho hasta este detalle me pareció simpático y digno de recordarlo, por eso le tome foto a la Plaza de Armas desde mi lugar en el autobús, XD.

Al empezar nuestro viaje recorrimos parte de la ciudad y salimos por el Puente Tampico, muy famoso por la región Huasteca; al principio del viaje mi abuela me contó que este se solía hacer por tren desde Tampico hasta el DF y en el camino las personas se la pasaban rezando el rosario, en este caso no sucedió eso solo se rezo el rosario una vez, pidiendo que nos fuera bien en el viaje; la verdad el rosario más que tranquilizarme me puso un poco nervioso, ya que me recordó un accidente que hubo hace poco en el que un autobús de peregrinos se cayó por un barranco, desconozco si salieron bien las personas, espero que si.







Cada que viajo lo que más me gusta es observar el paisaje por la ventanilla del autobús, ver como son las personas y el estilo de vida de estas en los lugares a los que viajo (ver a las personas pescando, bañándose en los ríos, sembrando o vendiendo cosas), también me encanta ver los edificios y los monumentos que hay en ciudades distintas a la mía; siento que cada vez que viajo se me abren nuevos mundos y se amplían mis horizontes, lo cuál en mi siempre es un arma de doble filo, porque algunas ciudades que he visitado me han gustado tanto, que una vez que regreso a Tampico lo veo con otros ojos, entonces me dan ganas de mudarme y quedarme a vivir en esas ciudades, XD.

En fin, lo que no me gusta es lo que me pasa siempre que voy a ciudades muy lejanas, aquí en México algunas carreteras pasan al borde de un barranco o precipicio, y pues siempre le he tenido algo de miedo a las alturas (algo de Acrofobia, aunque no mucha), así que ya se imaginarán como anduve durante el viaje; otro detalle que no me gusta es que cuando uno cambia de altura siempre se le tapan y/o le duelen a uno los oídos, pero bueno, esto se suele solucionar al masticar chicle, según cuentan las leyendas urbanas.

Tras horas de viaje, ver dos buenas películas y una mala, observar el atardecer desde mi asiento y unas 9 horas de viaje, estamos a punto de llegar a la Ciudad de México, ;). La verdad en cuanto oí esto lo primero que se me vino a la mente fue... "¡Por fin voy a visitar Teotihuacan!", bueno de hecho lo dije casi gritando y poco me faltaba para saltar del asiento, XD. Llegamos y lo primero que encontramos fue una larga fila de autos esperando su turno para pagar la caseta, como detalle mencionaré que los DFños (Capitalinos o chilangos como algunos les dicen, en lo personal no me gusta decirles así) tienen la costumbre de salir fuera de la ciudad los domingos y regresar a la misma en la noche, así que nos toco para mala suerte mucho trafico en la caseta de pago.

Después de un largo viaje mi abuela y yo llegamos a la Ciudad de México, vamos platicando y planificando los lugares que visitaremos, XD. Lo primero que hice fue observar cuál era el primer anuncio que llamaba mi atención dentro de la Ciudad más contaminada visualmente hablando (lo siento, pero estudio diseño gráfico y tengo que observar ese tipo de "cosas"), para mi decepción profesional fue un espectacular de lo más horriblemente sencillo de tiendas Elektra, la verdad esperaba que fuera un anuncio social o de Gobierno tipo "Bienvenidos al DF, la ciudad de la esperanza", ¬¬; pero no fue así.

Llegamos a la Casa del Peregrino a eso de las 10 de la noche, lamentablemente ya no nos querían abrir y dejar entrar, esto debido a que por razones de la inseguridad en el DF la Casa del Peregrino cierra sus puertas a las 10 y ya no deja pasar a nadie más; afortunadamente una señora se apiado de nosotros y nos dejo pasar (de lo contrario hubiéramos tenido que dormir todos en la calle, lo cuál también hubiera sido una buena experiencia al menos para mi, XD).

Entramos todos en silencio para no despertar a los demás (casi casi de puntitas para no hacer ruido), nos acomodamos como pudimos en un cuarto de 20x10 metros, éramos como unas 100 o 12o personas creo, la verdad me sentía como hippie o como cavernícola compartiendo la cueva con el resto de sus congéneres, jeje; no sé creo que soy una especie de viajero-vagabundo o algo así, porque hasta eso me pareció una buena experiencia. La verdad yo solo tendí unas sabanas (en un lugar que mi abuela ocupo muy rápidamente cuál paracaídista en terreno federal, XD) y pues con eso tuve para dormir y esperar ansioso al paseo del día siguiente....ZZZzzzz.....ZZzzzzz.....

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